La emoción de disfrutar de un súper campeonato de fútbol americano cada año ya es un clásico, pero hacerlo con Heinz lo hace aún más especial y delicioso. Esta premisa quedó plenamente demostrada durante la gran Watch Party de Heinz, un evento en colaboración con ESPN y Star+ que cautivó a todos los asistentes con una fiesta deportiva única, impregnada de los inconfundibles sabores de Heinz.
Desde el momento en que los invitados llegaron a la recepción, quedó claro que esta no sería una fiesta deportiva convencional. Las dinámicas, el body painting y los juegos llenaron el ambiente de energía y entusiasmo, mientras que los espacios decorados con meticulosidad ofrecían innumerables oportunidades para capturar momentos inolvidables en las redes sociales.
Pero la verdadera estrella del evento fue, sin duda, la comida. Las hamburgueserías aliadas de Heinz Selection, como Mr. Blanco's y Chubbies Burger, deleitaron los paladares con sus creaciones únicas, mientras que los expertos en papas de McCain demostraron una vez más que la combinación perfecta incluye siempre un toque de Heinz.
Los sabores inconfundibles de las salchichas y el queso crema de Oscar Mayer, junto con el toque picante de la salsa Tabasco, completaron la experiencia culinaria, asegurando que cada bocado fuera memorable.
La presencia de celebridades como Leonardo de Lozzane, el Negro Araiza y Luis Eduardo Derbez, así como de influyentes como Ale Invita, Si Somos Gemelos y Natalia Briz, agregó un toque adicional de glamour y diversión a la velada. Todos ellos, junto con los aliados comerciales, consumidores leales e influyentes, contribuyeron a crear un ambiente de camaradería y emoción que hizo que la Watch Party de Heinz fuera un éxito rotundo.
Lorena Cabrera, responsable del negocio de salsas y condimentos en Kraft Heinz México, resumió perfectamente el espíritu del evento al destacar el compromiso de la marca con la creación de momentos inolvidables y la celebración de la vida junto a amigos y familiares.
En resumen, la Watch Party de Heinz fue mucho más que un simple evento deportivo; fue una experiencia única que combinó el amor por el fútbol americano con la pasión por la buena comida y la camaradería, todo ello sazonado con el inconfundible sabor de Heinz. Sin duda, un touchdown en todos los sentidos.